Camiones y seguidores de Jair Bolsonaro siguen cortando rutas en varios estados de Brasil por segundo día consecutivo, en rechazo por la victoria en las elecciones presidenciales de Lula da Silva. En tanto, el presidente saliente mantiene el silencio tras su derrota en el balotaje del domingo, en medio de una creciente tensión.
Los gobernadores de los estados brasileños de Minas Gerais, San Pablo y Río de Janeiro, entre otros, dispusieron desalojar los cortes de ruta después de que la corte suprema definiera sanciones para quienes se resistan. La decisión de movilizar a la Policía Militar se adoptó después que el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, ordenara desbloquear las rutas a la Policía Federal de Carreteras.
Las fuerzas de seguridad utilizaron balas de goma y gases lacrimógenos para liberar las distintas carreteras tomadas en todo el país.
Esa fuerza reportó en la mañana más de 250 cortes totales o parciales en al menos 23 de los 27 estados brasileños y en la capital económica del país, San Pablo, los atascos superaban los 145 km esta mañana, según el diario Folha de Sao Paulo.
Algunos de los bloqueos están dificultando el acceso al aeropuerto de Guarulhos, que es el de mayor tránsito aéreo del país, lo que ha provocado la cancelación de al menos 25 vuelos, según informó la empresa concesionaria.
Los camioneros alegan que hubo “fraude” en las presidenciales, postura que defendió Bolsonaro antes de la celebración de los comicios, pues considera, sin pruebas, que el sistema electrónico de votación propicia las “trampas” y está “obsoleto” y “anticuado.