La salvia, conocida científicamente como Salvia officinalis, es una planta aromática que es valorada desde la antigüedad por sus propiedades medicinales y culinarias. Originaria de la región mediterránea, sus hojas tienen un sabor distintivo y una fragancia refrescante, lo que la convierte en una adición popular en la cocina. Además de su uso gastronómico, posee cualidades terapéuticas, en especial cuando se prepara en forma de infusión.
El té de salvia se utilizó tradicionalmente para aliviar una variedad de malestares. Es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, lo que lo hace ideal para promover la salud general y el bienestar. Prepararlo es sencillo, requiere poco tiempo y el resultado es una bebida que no solo es reconfortante, sino también beneficiosa para el organismo.
Esta infusión, elaborada a partir de las hojas de la planta de salvia, se destaca por sus efectos antioxidantes gracias a sus compuestos fenólicos y flavonoides. Estos componentes protegen a las células del estrés oxidativo, causado por los radicales libres en el organismo, que genera inflamación y el envejecimiento prematuro de los tejidos. En un estudio se detalla que el consumo de esta infusión durante 2 semanas mostró una mejora en el hígado con respecto a su “estado antioxidante”.
En el mismo análisis se explica que tiene potencial para regular los niveles de colesterol, y que la planta tiene componentes antibacterianos que podrían proteger al organismo ante ciertos patógenos. Además, la salvia es rica en nutrientes esenciales como vitaminas y minerales, que apoyan al sistema inmunológico y promueven el bienestar general.
CÓMO PREPARAR TE DE SALVIA
- Poner una taza de agua en una olla o hervidor y calentarla hasta que empiece a hervir.
- Mientras el agua se calienta, lavar las hojas de salvia frescas si se están utilizando. Si se usa salvia seca, asegurarse de que esté limpia y sin impurezas.
- Colocar las hojas de salvia en una taza o tetera y verter el agua caliente sobre ellas.
- Cubrir la taza o tetera y dejar que la salvia se infusione en el agua caliente durante unos 5 minutos. Este tiempo puede ajustarse según la preferencia por un sabor más fuerte o más suave.
- Después de los 5 minutos, colar las hojas de salvia usando un colador fino y verter el té en una taza.
- Si se desea, añadir miel, stevia u otro endulzante natural al té y mezclar bien.
- Servir el té de salvia caliente y disfrutar de sus propiedades relajantes y digestivas.