EL MIEDO DE LOS RUGBIERS Y SU NUEVA DEVOCIÓN: PIDIERON LA BIBLIA Y UN PASTOR

0
10

En la antesala de la sentencia por el crimen de Fernando Báez Sosa, los ocho rugbiers acusados del brutal ataque en la puerta del boliche Le Brique en Villa Gesell demostraron su temor por separarse en la cárcel y tienen una nueva devoción: la Biblia y un pastor. A horas de saber cuál será su camino, los imputados se volcaron a la fe cristiana durante su estadía en la Alcaldía de Melchor Romero. Sin embargo, no fue la única muestra de adoración que dieron.

En los alegatos del jueves, Luciano Pertossi, uno de los más complicados en la causa, usó sus últimas palabras para disculparse con Graciela y Silvino, los papás del estudiante de Derecho, y dijo: “Le pido a Dios que sea algo bueno para todos”.

A Ciro, Luciano y Lucas Pertossi, Máximo Thomsen, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz y Blas Cinalli el miedo que los atormenta hasta hoy es qué pasará con ellos después del 6 de febrero, cuando se dicte la sentencia. Es por eso que recibieron en los primeros meses de encierro en La Plata distintos libros, entre ellos, los ejemplares de la Biblia. Fue así que comenzaron a reflexionar con las distintas lecturas de la “Palabra de Dios”.

Tal como confirmaron fuentes cercanas al caso, durante las primeras semanas, las lecturas eran cada vez más intensas, aunque con el paso de los meses y la cercanía al juicio en su contra esto fue mermando. Por pedido de sus familias, los ocho acusados también eran visitados por un pastor cristiano que viajaba desde Zárate a Melchor Romero para acompañarlos.

“Sus únicos pasatiempos detrás de rejas fue jugar a las cartas, alguna lectura -entre ellas las del Nuevo Testamento-, una radio y sin acceso a la televisión”, afirmaron sobre el tema. Del mismo modo, revelaron que como ocurrió desde el primer día que llegaron al pabellón “todo lo hacían juntos”.

Tras la repercusión del “cambio de religión”, los vecinos de Zárate coinciden en que los rugbiers habían recibido los sacramentos de la religión católica -bautismo, comunión y confirmación- pero “no eran de asistir a misa ni entrar a la Iglesia”. De este modo, sospechan que se trata de una “estrategia” para que se vean “beneficiados” en la cárcel.

Aunque todavía se desconoce a qué cárcel irán tras conocerse la sentencia, es posible que no vuelvan a estar los ocho juntos. Se presume que por su “nueva devoción” pueden pedir ingresar a un pabellón religioso. En ese marco, fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense, aclararon a este medio: “No está establecido a dónde irán, pero el caso fue tan mediático que pueden quedar en un pabellón de máxima seguridad”.

Déjanos tu comentario