Una joven estafó a 7.000 personas, vendiéndoles entradas falsas para el concierto de Daddy Yankee, según informó la policía peruana. La mujer está prófuga.
Pamela Cabanillas, de 18 años, recaudó 2.5 millones de soles (más de 600.000 dólares) con su sistema de reventas y se fugó a España el lunes, un día antes del primer concierto del reguetonero en Lima, Perú, por lo que tiene una orden de captura internacional, confirmó la policía.
Dos cómplices de Cabanillas, identificados como Franco Patiño Guerrero (21 años) y Adriana Lucía Urresti Sánchez Moreno (18 años) también se fugaron a Colombia el viernes 14 de octubre, según anunciaron los agentes.
Los miles de fanáticos se quedaron fuera del Estadio Nacional de Lima porque tenían “entradas que ya habían sido vendidas”, explicó el general Manuel Lozada, jefe de la policía, quien además aseguró que los agentes tuvieron que retirar a estas personas que exigían entrar.
Las estaciones de policía recibieron unas 100 denuncias. Sin embargo, las denuncias por estafa relacionadas con otros eventos ya resonaban en las redes desde mayo, pero fue por este incidente que actuó la policía. Esto intensificó las críticas al cuerpo policial.
La investigación reveló que Cabanillas era la líder de una organización integrada por 20 personas más que gestionaban las cuentas bancarias, recibían los depósitos y demás.
Durante una conferencia de prensa, el jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), Manuel Cruz, detalló que el sistema de Pamela Cabanillas le permitió vender una misma entrada 377 veces.
Usaban la información del QR y el código de barras de las entradas auténticas. De acuerdo con la información de medios peruanos, el grupo recurría a influencers y tiktokers para que promocionaran sus entradas y así darle una apariencia de legitimidad a la venta.
Esta banda no solo estafó a los fanáticos de Daddy Yankee, hicieron lo mismo con las entradas para el recital de Bad Bunny del 14 de noviembre. “Lamentablemente, estas personas ya no podrán recuperar su dinero”, anunció Cruz.