Su cuenta de Instagram la usaban para compartir cada uno de los paisajes que visitaban con Río, una Honda XRE 300 ABS Adventure, la moto que llevaba el nombre del perro que tenían antes de iniciar la travesía de recorrer Sudamérica. Sin embargo, llegar a Buenos Aires cambió por completo las vidas de Andrés Corrales (33) y Johana Gaviria (27).
La pareja colombiana comenzó a planear el viaje hasta Ushuaia desde hace ocho meses. “Para mí esto ha sido un sueño de toda la vida, siempre había soñado en viajar en moto y por Sudamérica”, contó el caleño en diálogo con Radio Mitre. Y continuó: “Para esto empezamos a organizar todas la cosas necesarias: vendimos todas las cosas de nuestra casa como la cama, heladera, lavarropas, estufa”.
Junto a Jhoana, el creador de contenidos explicó que vendieron “hasta los cubiertos” para poder recorrer el continente, además de renunciar a sus trabajos y despedirse de sus familias para comenzar su travesía en marzo desde Garín.
De un minuto para otro, se vieron varados en la casa de unos amigos colombianos en San Telmo, con ropa prestada, donaciones para poder comer, sin sus elementos de trabajo y sin su amada moto, Río. A su situación, se le sumaron declaraciones policiales, denuncias y un sinfín de trámites.
“Ese primer día cuando entramos a Buenos Aires, estuvimos como mucho cuatro horas”, contó indignado Andrés. Y continuó: “Entramos por Panamericana y, a altura de Garín (Escobar), sobrepasamos una moto que a mí me llamó la atención porque ese modelo no estaba en Colombia”. El rodado se trataba de una Vogue 300 DS y arriba del mismo iban los delincuentes que sorprendieron a la pareja.
“Nosotros circulábamos por el carril del medio y ellos por el carril de la derecha. Ciento cincuenta metros después, nos interceptan desde el lado izquierdo y nos encierran apuntando directamente al pecho. Nos dicen ‘pará entregá la moto’ y el que iba atrás se baja”, relató el colombiano.
Inmediatamente frenaron casi produciendo un choque con los autos que venían detrás suyo: “Cuando él se baja y me apunta, trato de sacar las valijas que estaban en uno de los tanques donde llevábamos las cámaras que usábamos para trabajar y poder documentar el viaje”. Es que las víctimas de estos malechores pagaban algunas de sus comidas o visitas a lugares con contenido para las redes sociales de los locales.
Y siguió contando Andrés: “Cuando me apunta en el pecho, levanta el arma y dispara al aire. Ahí Johana me tira para atrás pero yo insistí. Fue ahí que me apunta al rostro y me dice ‘¿te vas a hacer matar?’, y entendí que si seguía el tiro iba directo a mí”.
El hecho de delincuencia sucedió cerca de las 20:15 horas y, si bien habían autos circulando, “nadie se va a meter frente a un arma de fuego, es entendible”. Incluso, Andrés contó que “tres minutos después” de que los ladrones se llevaran la moto junto a todas sus pertenencias, pasó una patrulla policial que los acercó hasta la Comisaría 3° de Garín, donde estuvieron declarando hasta las 4 de la madrugada.
“Sentí miedo, pero esa moto representaba nuestra casa, era la casa que teníamos durante los ocho meses porque vendimos todo en Colombia. No es solo que te roben lo que tenes en tu casa, es como que te roben tu casa entera”, señaló el hombre. Su novia, explicó que si bien les advirtieron por la inseguridad en Buenos Aires no pensaron que iban a vivirlo en carne propia.